Los fabricantes mundiales de vehículos cada vez más están convencidos de que el futuro de esta industria apunta hacia tecnologías y funcionamientos más ecológicos si quieren perdurar en el tiempo.
Aunque exhibiciones como la del Salón del Automóvil en Detroit (donde hubo más de 15 presentaciones de vehículos híbridos o eléctricos) demuestran que la creación de un carro ecológico ya no representa mayor complejidad para las ensambladoras, el verdadero reto que tiene la industria automovilística es hacer de este tipo de vehículos un producto rentable para la compañía y asequible para el usuario.
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